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cuaderno de religión

Evangélicos I

El brasileño pobre y humillado, dispone de dos vías principales de llevar una vida que pueda considerar admirable, y trascendente: la religión fundamentalista de los evangélicos, y la vida peligrosa y extrema de los bandidos.

La dignidad es una necesidad básica. Más de lo que se pensaba.

2 comentarios

Diego -

Gracias, David, por pasar a visitarme, y por tu comentario. Voy a retocar un poco el texto, porque tienes razón en que puede considerarse una defensa de la delincuencia, que no es mi intención.
En cuanto a Aragoneses por el mundo, ya te llevaré a esa cafetería cuando vengas por aquí. Bueno, y Flávia les ha prestado Donde surgen las sombras a unos alumnos suyos del colegio, y les está gustando mucho. Si te animas, a lo mejor te prepara alguna presentación para cuando vengas.
Por el momento, que tengas unos buenos viajes por España. Aunque ya tienes esa experiencia, supongo que será agradable mostrar a la gente tu nueva criatura.

David -

Qué interesante planteamiento. Lo que me llama la atención es que, ante tal disyuntiva y su conclusión, pareces otorgar dignidad al bandido. Me resulta una visión muy romántica (a lo Espronceda), desde luego. Aunque supongo que, ante determinados niveles de necesidad, ciertas conductas están más que justificadas.

Diego (cambiando de tema), te vi en el programa "aragoneses por el mundo". ¡¡Cómo te lo montas!! Me encantó el café donde acudes a escribir. ¡Y vaya lo que ha crecido la criatura! Estaba preciosa.
Al fin he visto el entorno en el que te mueves. Te pega mucho, sobre todo el hecho de que no hayas aprovechado las playas. Estos intelectuales...