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cuaderno de religión

Santo Daime

Santo Daime

La editorial Rocco, de Río de Janeiro, la misma que incluye en su catálogo las obras de la genial Clarice Lispector, o Uma breve história do tempo, del físico Stephen Hawking, publicó en 1987 este libro sobre la religión brasileña conocida como "Santo Daime". Por metonimia, la totalidad del movimiento religioso adquiere el nombre de su elemento más sagrado: una bebida psicotrópica empleada en la región amazónica desde hace milenios con fines religiosos, para entrar en contacto con lo trascendente. Su nombre quechua es "ayahuasca", y se prepara macerando a golpes cierta liana y cociéndola después junto a las hojas de la "rainha", otra planta de la zona.

El autor es Alex Polari de Alverga, un espíritu inquieto y rebelde que estuvo encarcelado durante nueve años por su activa oposición al régimen militar, y que escribió su primer libro de poesía, Inventário de cicatrizes, en la prisión. Como intelectual, es, de alguna manera, el San Pablo del movimiento, traduciendo a un registro más culto, vinculado al esoterismo y a las religiones orientales, una doctrina de origen popular.

Tanto el título como el subtítulo del libro (O livro das mirações - Viagem ao Santo Daime) dan buena cuenta del contenido: se trata, por una parte, de la narración de una serie de viajes del autor al corazón de los estados brasileños de Acre y Amazonas, verdaderas aventuras a través de la maleza y de la red fluvial de la Amazonía, para conocer de primera mano las primeras comunidades que se organizaron alrededor del Santo Daime. Por otro lado, el libro dedica un buen número de páginas a describir las "mirações" del autor tras consumir la bebida: sus visiones y sensaciones, y su acceso a nuevos conocimientos.

Las conclusiones de Alex Polari de Alverga coinciden esencialmente con lo declarado por los místicos de todas las culturas y de todas las épocas: que el tiempo y el espacio no existen; que todo está interconectado. El Santo Daime parece, por tanto, una vía válida hacia este tipo de conocimiento, al igual que tantas otras religiones y ejercicios espirituales. Alex Polari, en todo caso, manifiesta algunas reservas hacia la doctrina moral, sexualmente represiva, que rige la comunidad del Daime, si bien la va comprendiendo y asumiendo poco a poco.

Por mi parte, creo que las cuestiones más discutibles de la doctrina son su empeño en afirmar que la bebida está habitada por algún tipo de entidad que se comunica con quien la bebe, y el dotar de significado trascendente a cualquier efecto provocado por el Daime, incluso los que parecen evidentes síntomas de intoxicación.

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