Padre Cícero
En la literatura de cordel del nordeste brasileño, tres personajes históricos destacan con fuerza: el bandolero Lampião, el ex presidente de la República Getulio Vargas, y el Padre Cícero.
Como siempre, lo que importa es la leyenda, el símbolo, la visión mitificada. El personaje real sigue siendo objeto de controversias, y por eso la Iglesia Católica no se decide a santificar oficialmente al "santo" más popular de Brasil.
El padre Cícero (1884-1934) fue un líder político-religioso de la estirpe de Antonio Consejero, el profeta que vertebra la excepcional novela La guerra del fin del mundo, de Vargas Llosa. Llegó joven al poblado de Juazeiro, donde nada había, y lo transformó en una ciudad más importante que Crato, de la que siempre había dependido administrativamente.
La explicación de este formidable desarrollo es el movimiento de peregrinación que llevó a este lugar a un número creciente de personas atraídas por un fenómeno extraño: a partir de 1889, y durante los dos años siguientes, la sagrada forma se transformaba en sangre en la boca de la beata María de Araújo siempre que el Padre Cícero le administraba la eucaristía. Se crearon dos comisiones para estudiar el caso: la primera apoyó la tesis del milagro, pero la segunda se decantó por el fraude, costándole la excomunión al Padre Cícero (tal vez no efectivada) y la reclusión de por vida en un monsterio a María de Araújo.
Aunque en vida nunca dejó de tener una gran influencia política en toda la región del Nordeste, el personaje que llega a nuestros días es el profeta y el santo milagroso, al que se invoca hasta hoy y al que se atribuyen numerosos prodigios incluso después de su muerte.
1 comentario
Diego -
http://oglobo.globo.com/blogs/prosa/posts/2009/12/19/padre-cicero-entre-fe-a-politica-250966.asp